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Mostrando entradas de noviembre, 2013

MECANISMO DE DEFENSA ANTE FALSAS ESPERANZAS

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¿ Frió? ¿ En verdad me consideran una persona fría? Están equivocados, tú y toda habla hispana. No soy una persona fría, lo que más sobra dentro de mí es un candente deseo de encontrar una tibia compañía. Es verdad que suelo voltear mi cara, voltear el ojo y encoger los labios en señal de indiferencia. Y es precisamente eso lo que busco, ser indiferente.  Que me resbale, que no me cause ni el más mínimo suspiro aquella mirada que desde la otra esquina me está viendo. Así es. No quiero que nadie sepa, cuando alguien me gusta. No me considero un experto pero son tantas las caídas que por las huevas no tengo raspones, ya duele hasta las cicatrices. Solía pensar en que hay un final feliz, donde en algún momento, el autor omnipresente escribiría la parte bonita en mi novela.  Y de tanto esperar lo único que aprendí es que no hay nada peor que una desilusión. Y ahora por eso me llaman frió. Solo porque ya no suspiro ante el primer guiño de ojo, o porque ya NO sonrió al primer “estas...

NO PUEDO EVITAR SERTE INFIEL

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L o he escuchado hasta el cansancio, y no es que me pase a mí pero como en las mejores películas SIEMPRE que te engañe con otra persona vendrá con un “fue algo de una vez” “no sabía que lo hacía” “pero yo te amo a ti” “estaba con unas copas encima” (Si claro y ella también estaba encima de ti pegada como un moco). Si se trata de hallar respuestas nos encontraremos con mil escenarios particulares. Una canita al aire, un resbalón, un desliz, una tentación, una explosión de lujuria en grado superlativo que incremento nuestros bajos instintos y no pudimos decir “NO”. A veces creo que la infidelidad está en los genes, yo no lo quería creer. Conozco personas que aseguran que han nacido para amar a más de una persona que no puede (ahí viene la frase) evitar ser infiel. Lo llevan en los poros, les gusta, lo disfrutan no sienten remordimiento alguno, tienen una inteligencia sexual que calcula como una computadora de la NASA al detalle todas sus pendejadas para no ser descubierto. Algunas person...

TODOS TENEMOS UNA PIEDRA EN EL CAMINO

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C uando creímos que lo habíamos logrado, que finalmente sanaron los raspones de nuestras rodillas, que Johnson tenía razón con eso de “no más lágrimas” y todo iba viento en popa; es allí cuando aparece nuevamente una piedra en el camino que nos hace tropezar y nos deja inconscientes. Lo curioso es que esa piedra resulta familiar, pues es la misma que ha causado todas esas cicatrices que estaban desde antes. Es emocionalmente pesada y nos cuesta levantarnos y arrojarla del camino, porque en el fondo nos gusta. Se podría decir que Aquiles tenía su talón como punto débil, y nosotros tenemos la piedra. Se mete dentro de nuestras cabezas e invade todo territorio y no deja espacio para pensar en nosotros mismos y nuestro bienestar emocional. Es como cuando se nos mete una piedra en el zapato, es imposible avanzar correctamente y sin dolor. Todos tenemos a esa persona que no importa cuán feliz y casado este, no importa que tan imposible parezca, como es nuestra piedra invadi...

¿LE TEMES AL RECHAZO?

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H ay personas que les temen  a las arañas, a las serpientes, las miniseries de América TV y a perder  el control del smartphone justo encima del wáter.  Pero me he encontrado con que también se puede tener fobia a escuchar una palabrita que parece inofensiva. Todos recordamos la última vez que un “NO”salió de los labios de esa persona ( que se nos ha pegado en la cabeza como un buen chicle)  tan solo un "NO", una estúpida consonante y una vocal; tan brutal como un martillo, puede causar llantos incalculables.  ¿Es más fácil temerle a la oscuridad que a esto?  ¿Tenemos pavor al rechazo? Y no es que cause nauseas, desmayos o ronchas. Pero puede generar  un desequilibrio entre la seguridad en ti mismo y la autoestima, perjudicando a tus próximas y futuras relaciones. Todo empieza cuando aquella tarde se te ocurrió que esa persona a la cual no conoces  te gusta mucho. Y ni pensar en decírselo es como aventarse a una piscina sin agua. ¿Para qué decirle...