MECANISMO DE DEFENSA ANTE FALSAS ESPERANZAS
¿ Frió? ¿ En verdad me consideran una persona fría? Están equivocados, tú y toda habla hispana. No soy una persona fría, lo que más sobra dentro de mí es un candente deseo de encontrar una tibia compañía. Es verdad que suelo voltear mi cara, voltear el ojo y encoger los labios en señal de indiferencia. Y es precisamente eso lo que busco, ser indiferente. Que me resbale, que no me cause ni el más mínimo suspiro aquella mirada que desde la otra esquina me está viendo. Así es. No quiero que nadie sepa, cuando alguien me gusta. No me considero un experto pero son tantas las caídas que por las huevas no tengo raspones, ya duele hasta las cicatrices. Solía pensar en que hay un final feliz, donde en algún momento, el autor omnipresente escribiría la parte bonita en mi novela. Y de tanto esperar lo único que aprendí es que no hay nada peor que una desilusión. Y ahora por eso me llaman frió. Solo porque ya no suspiro ante el primer guiño de ojo, o porque ya NO sonrió al primer “estas...