El chico del bus

L as doce siempre tendrá el místico de inspirar.Es la hora precisa para que acabe o empiece algún hechizo. Ya saben, la cenicienta huye temprano y todo vuelve a hacer como era antes. Tal vez si no hubiera tenido un tiempo límite otra seria la historia. Los trenes que tomo, cruzan mi vida con paradas a recoger gente inédita que termina o bien en el ultimo vagón o piloteando la nave. Es cuestión de astucia, sin interrupciones las rieles no pueden desviarse. Las doce aún está lejana. Quizas la única meta para algunos es ser el muerto más feliz, bajo la tumba con más rosas. Ser recordado por todos los afortunados con segunda oportunidad. Yo me llevo bien con la vida, y siento que no estoy preparado para ser polvo sobre polvo. Renuncie a las pastillas de “chiquitolina”, ahora me siento global, un trotamundos sin descanso, insaciable de impacto visual, deseoso de figuras totalmente desconocidas, con ganas de reinventar el descubrimiento del fuego; y crear el sol. Saben que cuando respiro, lo...

M as fría que ella ni el ártico siberiano, o los bajo cero° de mi congeladora. Siempre presentándose sin invitación, es la más temida por su naturaleza irrevocable ; huir de ella jamás ha sido mi prioridad pero cuando esta acosándote como un asesino en serie entonces debes respirar al máximo el aire que llena tu entorno, puede que pronto dejes de sentirlo en tus fosas nasales. Tuve encuentros con ella este mismo año, de la manera más insospechada, e insistente vuelve a mi si recuerdo, pero no quiero pensarla. Nadie absolutamente desea tenerla asediando tus pasos, conoce las suelas de tus zapatos y a muy escasas veces deja pistas de su presencia detectadas por otras narices que suelen avisarte muy tarde. Puede llenarte el cerebro de rock pesado, al punto de colapsar tus nervios y hacer erupción las venitas que se esparcen en tu patio mental. En otras ocasiones penetra en tu piel y marca sus terrenos con tintas indelebles, que ni el detergente más potente con galanes en comerciales puede...

E l roce de pieles ajenas conforma una química exquisita entre las partes involucradas, mas no en sus mentes. Suaves, tiernas, nos dotan de sensibilidad, nos regalan tacto, nos ofrecen la humedad del agua, el soplo del viento, el calor de las llamas y no precisamente de inflamable elemento. El comezón ameno que se calma con las uñas mal cortadas es otra de sus virtudes, no hay alergia que valga. Todas las abejas caen rendidas, abandonan sus colmenas por tersas cascaras cubiertas de vellos tétricos que poblaban aquellos brazos desde la edad en que los juguetes abandonaron mi prioridad. Desde que broté de alguna cavidad, desde que hizo efecto la palmada profesional en el hospital y mi llanto rompió con dulzura oídos expectantes. Desde aquel diminuto instante regale mi textura a la luz humana. Siempre celos siente la nieve, el chantillí recién batido a mano, o el merengue procesado; todos emulando su color, no hay osos polares o mármol frio que puedan si quiera contrastar la blancura de e...

M e imagino que se cansara de verme todas las mañanas, con la grasa en mis yemas luego de un repaso por mi rostro, el aliento congelado y los ojos enterrados en bacteria inofensiva. Con la cabeza desubicada y las manos cobardes de zambullirse en el lavadero de porcelanato. Yo también estoy cansando de verle siempre que puedo. La noche sin llenas ni menguantes ni partidas no es totalmente hermosa, las cataratas sin aguas cayendo no sería un postre visual, y los bebes sin inocencia no serian igual de tiernos. A veces seguimos parámetros que no son precisamente un veinte en el examen. Yo antes era un OUT, en ese aspecto, ni pensé vender mi alma con las primeras dosis de vanidad que comencé a beber indiscriminadamente. Con un frágil venir del aroma de un frasco mal enroscado, puedo desvanecer mis pies y ceder ante lo inalcanzable, pues si bello es el frasco, bello es el contenido. He ido bebiendo el cáliz maldito y equivocado de la perfección. He dado horas extras a mis neuronas para q...