MI CUERPO PIDE CAMA
E l sol se niega a responder los llamados de las primeras horas mañaneras, y yo me siento como la colilla del cigarro en medio de la nieve que se resiste a consumirse de humedad y por lo tanto destella un par de veces antes de ceder. Despegarme de mi cama es un vía crucis pero funciona a la inversa, donde yo quiero llegar al sepulcro y dormir la eternidad. Mientras que el calvario se presenta como una puerta trasera donde si entras, debes sudar la gota gorda para llenar el bolsillo de minerales cotizados. Es irresistible ver como el colchón absorbe mi energía dejándome inmune a la pereza, mis pies no me pertenecen mas, no obedecen a mi corrientes cerebrales que le ordenan movimiento, mi espalda le da la espalda (valga la redundancia) a la forma erguida y desea quedarse llana por el resto de la mañana. Mis ojos se tiñen de rojo vivo esperando la oscuridad del párpado cerrado, mientras que mi boca esta hambrienta de ronquidos. Si la puerta da los pr...