MI CUERPO PIDE CAMA


El sol se niega a responder los llamados de las primeras horas mañaneras, y yo me siento como la colilla del cigarro en medio de la nieve que se resiste a consumirse de humedad y por lo tanto destella un par de veces antes de ceder. Despegarme de mi cama es un vía crucis pero funciona a la inversa, donde yo quiero llegar al sepulcro y dormir la eternidad. Mientras que el calvario se presenta como una puerta trasera donde si entras, debes sudar la gota gorda para llenar el bolsillo de minerales cotizados.

Es irresistible ver como el colchón absorbe mi energía dejándome inmune a la pereza, mis pies no me pertenecen mas, no obedecen a mi corrientes cerebrales que le ordenan movimiento, mi espalda le da la espalda (valga la redundancia) a la forma erguida y desea quedarse llana por el resto de la mañana. Mis ojos se tiñen de rojo vivo esperando la oscuridad del párpado cerrado, mientras que mi boca esta hambrienta de ronquidos. Si la puerta da los primeros acordes del día no queda mas remedio que acatar las ordenes de la cotidianidad y empezar el ritual de la ducha, visitar los dientes con la brocha y sacudir hasta el ultimo rastro de grasa del cabello recién salido de la cama.

Cuando una gran mancha blanca cubre el cielo, debo mantenerme como los soldados ingleses sin pestañar ante cualquier nimiedad, y si un mosquito se para en la punta de mi nariz, deberé ser fiel a mi estado de esclavo inmóvil. Pero repentinamente la música se detiene, hay un silencio exquisito, es tiempo de detener el mundo y jugar con el por unos minutos al baloncesto. Luego de eso la jornada sigue sus castigos para terminar en la noche. Es tiempo de llorar, pero de entusiasmo, sacarte las baterías de repuesto y dejar al cuerpo desplomarse una vez mas.

Me nutro de ocio, me atraco de sueño y decido golpear mi cabeza para desvanecer en el aire con la ayuda de la hierba buena. Me derrito cual cubo en el horno, aterrizo sobre mi eje y doy mil revoluciones por mili segundo y si me detengo es porque hacen falta mas dosis. Me despierto sin dormir y eso es mi peor pesadilla. Si alguna vez nosotros fuimos bestias, este es el momento de hacer flashback y transportarme a la era del no trabajo, donde la responsabilidad era deambular sin sentido con un mazo entre los dedos, balanceando los brazos como un perfecto idiota y encima una joroba reforzada de repugnancia.

Que testarudo para no ver la señales, siempre me pregunte que hubiera pasado si las hubiera descifrado tiempo atrás, pero creo que existen solo para darte cuenta una vez pasado el efecto. Hablando de cifras, llevo dieciocho días lejos de mi mundo, donde todo órbita a mi alrededor, ahora tengo que culpar a mis dos mejores satélites favoritos por dejarme sin comunicación con mis terrenos alejándome de mi sistema social. Todo tiene un porque, si no duermes es por insomnio, si comes es por hambre, si odias es porque la otra persona merece la sumisión, y si de vengar se trata siempre habrá una respuesta opuestamente proporcional por cada acción. Así que lo superare y seguiré viviendo mi "reality", donde el único protagonista es el drama.

Me deleito con mis frases sin sentido, pero si tienes doble respuesta ante cualquier situación inesperada, podrás capturar la esencia de mis rocas. Ellas orbitan en mi campo atmósfera exterior y caen como meteoritos como los demás, o las capturas o las bateas. Mis días se están acabando y el año esta agonizando, antes de dormir, a modo de plegaria repaso mis deseos jamas cumplidos en todas las velas que sople como imbécil en todos mis cumpleaños, hago una lista mas extensa y la pienso mejor. Dicen que como vives la madrugada del ano nuevo sera como vivirás el resto del año, espero pasarla sobre mi cama con alguien mas, respirar oro blanco, destruir mi decencia por una noche hasta que nuevamente la gran mancha blanca me despierte con un inofensivo rayo de sol. 

#G
Anoche, Gercar lo dijo

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