EL DESEO EN LA TORTA DE CUMPLEAÑOS
Existe un día del año, en el que crees que todo será perfecto. En el cual si pides el deseo en la vela antes que esta se derrita y cerrando los ojos podrás obtener lo que quieras. Es tu día, eres el dueño, amo y señor de todo a tu alrededor. Todo lo mereces todo lo quieres y de vez en cuando todo lo obtienes.
Como dijo una vez Meredith Grey (estoy enamorado de ella): "Existen estrellas fugaces, fuentes con monedas oxidadas en el fondo, incluso, cruzar un túnel conteniendo la respiración, las doce del 31 de diciembre o las velas de un pastel de cumpleaños; formas cojudas de pedir deseos que estadísticamente jamas llegan".
Como dijo una vez Meredith Grey (estoy enamorado de ella): "Existen estrellas fugaces, fuentes con monedas oxidadas en el fondo, incluso, cruzar un túnel conteniendo la respiración, las doce del 31 de diciembre o las velas de un pastel de cumpleaños; formas cojudas de pedir deseos que estadísticamente jamas llegan".
En ciertos casos, crees que ese día (el de tu santo) puede pasarte lo mejor de tu vida. Como si estuviera escrito en algún garabato de profeta barbudo. Sientes que la persona que esperabas y dejaste de esperar por fin va a dejarte más que un regalo por la chimenea. Finalmente cara a cara estarán y no será suficiente la medianoche para romper semejante conjuro.
La felicidad esta en letras chiquitas, nunca se ve. Cuando llega parece que le apestamos, porque en instantes o pocos días se va sin más ni más, dejando un entusiasmo malacostumbrado, un desaire, un rencor.
Amo los cumpleaños porque los excesos y disfuerzos vienen sin envoltura. Me siento como un rey esperando lustren su calzado, un dictador ordenando a sus subordinados, un príncipe en busca de princesas que besar y zapatos de cristal que calzar. Se desata el moño y empiezan a dominar cada minúsculo segundo de ese día. No hay escape todo pertenece al agasajado.
Cuando se acerca ese día se crea automáticamente una cuenta regresiva. Los números están por todos lados, tus uñas se quedan clavadas en las hojas del calendario, tachas las vísperas, destierras los ayer para dar paso a un hoy que tiene un ciclo de vida de tan solo 24 horas. Tan corto, tan significativo y tan inexacto. "Qué tus sueños se vuelvan realidad" depende de tu actitud y talento para la manipulación de sucesos y mentes lentas a tu alrededor.
¿En verdad nos hace feliz envejecer y aumentarle una cana más al cuero cabelludo? A los del mes de diciembre tienen dos oportunidades en todo el año casi juntas para pedir un deseo. Un maldito y estúpido deseo, que no hace caso, es irreverente, obstinado y muy mal educado, porque hace caer con tropezones angustiantes que matan la capacidad de tolerancia y derrumban todo muro de adobe que al contacto con el agua lacrimal se deshacen y todo el día se pasa en el lodo.
¿En verdad nos hace feliz envejecer y aumentarle una cana más al cuero cabelludo? A los del mes de diciembre tienen dos oportunidades en todo el año casi juntas para pedir un deseo. Un maldito y estúpido deseo, que no hace caso, es irreverente, obstinado y muy mal educado, porque hace caer con tropezones angustiantes que matan la capacidad de tolerancia y derrumban todo muro de adobe que al contacto con el agua lacrimal se deshacen y todo el día se pasa en el lodo.
¿Por qué será solo un día? ¿Por qué pensar en que deben ser más? Ya lo dijo una vez el gran sabio sombrero loco a la hora del té, “estamos celebrando el día del NO cumpleaños”. Eso si es felicidad destapada y sin Coca Cola. Le doy toda la razón aunque eso me convierta en un descocado y chiflado. En busca de la felicidad miles pierden la carrera, las tortugas ríen al último y los conejos corren veloz, al final nadie es feliz, todos odian a la tortuga por suertuda y al conejo por huevon.
Lo más patético son las listas de deseos que he hecho y tengo coleccionadas como un recuerdo inicuo que en verdad es nocivo, sigue alimentando mi hambre de sueños innecesarios. Estoy atrapado en una red aun más grande que la de los pescadores. Si me muevo caigo al agua nuevamente y me ahogo y sino sigo atrapado, no hay opciones. Asimilo que todos los santos hoy se descuidaron de mi tablero y me dejaron jugando frente a la reina asesina que me arrincona como un peón ratón.
Si fuera legal estaría volando sin coordenadas. Así se han pasado varios diciembres anhelando y sembrando nuevos eneros para cosechar marzos propicios y obtener frutos en setiembres primaverales, pero la flor muere en noviembre y regreso a la semilla nuevamente. Ese deseo pendiente me tiene en una maceta sin agua, ahí rodeados de hongos, sin lugar donde echar mis raíces.
Al final todo lo que no se cumple está justificado y, con puntos y comas me harán una factura por daños y prejuicios. Me han de dar la mitad de las escrituras del Edén por reparación civil, por dejarme esperando eternamente. Mientras tanto iré pensando un nuevo deseo, con surte quizá este si se cumple, pero no debo esperar mucho de ello aunque se cumpla, porque en la ciudad como en la que yo vivo los buenos momentos no duran lo suficiente.
Al final todo lo que no se cumple está justificado y, con puntos y comas me harán una factura por daños y prejuicios. Me han de dar la mitad de las escrituras del Edén por reparación civil, por dejarme esperando eternamente. Mientras tanto iré pensando un nuevo deseo, con surte quizá este si se cumple, pero no debo esperar mucho de ello aunque se cumpla, porque en la ciudad como en la que yo vivo los buenos momentos no duran lo suficiente.
Comentarios
Publicar un comentario
Continua leyendo