EL DÍA QUE ME CONOCÍ

Anoche arrojé las medicinas por la ventana porque no me gustan como saben. Eso es lo que me pasa. Aunque sé cómo curarme me cuesta desintoxicarme. Me cuesta cambiar mi modo de pensar. Soy tóxico.

Cayó la venda de mis ojos y pude verme como soy. Doy miedo, me asusta lo que vi. Es alguien que no conocía. Es alguien que no pensé que existía.

Estoy desconcertado. Porque todo lo que creía que era ya no lo es y nunca lo fue. Por fin aprendí a escuchar a los demás. Por fin me di cuenta de que todos los problemas que me sucedían no eran porque los santos del cielo se habían ensañado conmigo, era porque he cometido los errores más graves y había tomado las desiciones más absurdas. 

El día que me conocí realmente como soy, decidí que tengo que cambiar, porque esa actitud solo me va a llevar al inicio del laberinto donde he estado todo este tiempo. 

Adiós al drama maker, mr vanidad y mr sabelotodo. Adiós a todos esos egos que han hecho templos con mi super yo. Desesperación y ansiedad. Adiós a mi saltado de uñas a la huancaína que siempre me comía por el estrés innecesario.

Una vez escuché que las personas empiezan de cero a los 26 años, a esa edad recién comprendes porque todo lo que hacías antes NO resultaba. Recién te reconoces y formas el carácter que te acompañara el resto de tu existencia. ¿Será verdad?

No estoy buscando ser perfecto. Solo estoy tratando de entenderme un poco más y entender a los demás.

Creo que todos estamos locos de vez en cuando. Que todos esos pensamientos en la ducha, en el bus, en la cola de un banco o justo antes de ir a dormir, siempre te persiguen pero los alejas ocupándote de otras cosas.

A veces no podemos escapar a todo lo que se acumula ahí arriba y es momento de enfrentarlo. Como en un país de las maravillas, todos están un poco locos. Que sería del mundo si todos fuésemos cuerdos.

De vez en cuando hay que escapar de todo y estar a solas para encontrarnos y encontrar esa paz única. No me he vuelto hippie, solo quiero compartir el día en que me conocí, porque son cosas que realmente yo no conocía de mí y no es nada chévere. Lo bueno es que ahora entiendes lo que puedes cambiar, y que estas a tiempo.

Por Carlos Gerzon