El chico del bus

M e seguía repitiendo lo mismo y con la misma frustración. Yo sé que es difícil discutir con una mujer, pues uno siempre sale perdiendo. Son complicadas (no todas, pero la de esa noche, sí que lo era)  ¿Quién es ella?  Realmente me molestó que interrumpiera de la manera más grosera mi conversación. Pero la pregunta que más quería resolver esa noche es ¿Quién era él?  Tenía que saberlo pero esta intrusa que me robó el tequila también quería robarme mi distracción de una noche que estaba volviéndose curiosamente interesante. Me quedé inmóvil al mismo tiempo que deseaba que sus zapatos de tacón se atoren entre las rejillas del piso desnivelado  y pudiera irse cargada por los de seguridad a la puerta. “Eres muy guapo, tomemos otra ronda” - le decía ella a mi amigo. “No gracias. Estoy ocupado”-  le dijo él a ella. Ella meneo su cabello en cámara lenta como comercial de champú hecho por un estudiante de audiovisuales que está empezand...

¿CELOSO YO? NADA que ver, cero. ¡Qué patético! Solo porque no quiero que vayas por ahí y que salgas con tus amigos los fines de semana, no significa que YO sea paranoico.  Solo quiero cuidar mi propiedad privada, marcarte la frente (de preferencia con sangre de mis venas) y seguir tus pisadas. Seguramente no serás tú, pero hay otros viéndote y no soportaría que alguien respire de tu aliento mientras yo no estoy. AH NO. Jamás, NI LOCO TE dejo salir vestido así. ¿A dónde vas?! ¿A la playa o la casa de tus padres? ¿Por qué tienes que enseñar tanta piel? No sabía que había sol bajo el techo del comedor donde dices tienes un almuerzo con tus tíos del extranjero.  Te quiero aquí de regreso a la hora en que quedamos. No me importa si se te acaba la batería, anota mi número en un papel, y me llamas del primer público que se te presente. Y cuidadito con ignorar mis whatsapp, sabes que no me gusta el color azul de esos checks.   Y no digas que no pudiste contest...

E sta es la historia de ese ser indeciso o bipolar. Como un ascensor, en  subidas y bajadas. Quizá tú lo conoces, es aquel que te deja esperando por una definición en el eterno limbo del “¿Que somos?” y en el camino llevan más una relationSHIT en lugar de una relación linda como entrada a un noviazgo.  Tiene el carácter en una balanza, literal. A veces está bien y otras no sabes que pudo pasar para que esté de tan mal humor.  Otro días te entiende, te abraza, y te hace creer que no debes seguir buscando más, que ya encontraste tu #perfectmatch hasta que de repente colapsa haciéndote sentir culpable y dejándote con la peor de las preguntas: ¿Hice algo mal? Te gusta mi compañía aunque paremos a escondidas, te agrada mi anatomía aunque solo en lencería, me demuestras que soy importante, sin embargo a veces esperarte se hace insoportable. Tenemos buenos momentos y tenemos malos momentos, lo malo es que estos últimos son los que ya se están volviendo...

S us manos rodearon mi cintura como los anillos de Saturno y lo que sea que hacía con la lengua es de otra galaxia, no he visto nada parecido por estas tierras.   Eran las sex o clock y el sol se hundía en sus pantalones por debajo del ombligo. No hubo necesidad de cerrar las puertas, ninguno tenía pensado escapar. Detuvo todas mis palabras con la punta de su dedo silenciándome con esos ojos gráficos y legibles que hablaban y recordaban quién era el amo y que debo someterme a sus sombras.  Desde que me besó en el sur de mis territorios supe que volvería realidad los comerciales de Calvin Klein y dejaría bloqueadas a mis neuronas liberando a mis hormonas, erradicando cualquier razonamiento con su anatomía desnuda encima de mi piel como un tatuaje fresco. Cada peca que encontraba en su pecho y en su espalda era para mí el mejor de los descubrimientos;  más importantes que el fuego o la electricidad me encantan como adornan y visten su desnudez. Deseo mord...