CARTAS COLOR PÚRPURA
E n la puerta de mi casa, siempre dejan la correspondencia. Las revistas del mes, publicidad innecesaria, recibos, y también la carta color púrpura. La empleada sabe que ese sobre colorido es para mí y me la deja en mi habitación sobre la mesa de noche. La primera fue hace dos semanas atrás, un lunes por la mañana, la encontré personalmente cuando salía de mi casa. La leí en el taxi mientras iba al trabajo. Era un anónimo: “se quién eres” con un corazón al final. Mi corazón latió de alegría y emoción. Que buen detalle, pensé. Sin duda tenía que ser él. Fue un domingo en la madrugada, en el cumpleaños de un buen amigo mío, conocí a este chico, que parece que tenía flotando sobre su cabeza el hashtag #chicoperfecto Y sentí mariposas, palomas y cóndores volando en mi estómago. Parece que llegó con otras personas que no eran allegados a los amigos que conozco. Nos presentaron y no dejamos de conversar. Al final de la fiesta me acompañó hasta mi casa...