JUGANDO AL GATO Y AL RATÓN
Me molesta que no se haya enamorado de mí aún. He estado detrás de él como un gato persiguiendo un ratón. Soy enamoradizo y él es escurridizo. Las ilusiones son como mortales legañas que no dejan ver y es difícil sacarlas de la vista. Nos hacen ver cosas donde no las hay. Pero que pasa cuando lo que tienes frente a ti es real. Si todas esas pistas son verdaderas pero aún así él no se anima a dar ese paso… ¿Solo quiere tenerte ahí? ¿será eso? Como a un jugador en la banca de los suplentes o como a una porristas haciendole barras y dedicándole cantos. Si es así, sería bueno saberlo. Pero, si fuera que yo le gusto de verdad, pero él tiene miedo. Lo entiendo. Te he mandado más señales que las recibidas por Batman en ciudad Gótica, y tú te haces más loco que un sombrerero. No quiero que te alejes, pero yo no haré nada para acercarme a tu boca, porque temo que rechaces mi primer beso. A veces eres tan inalcanzable como un comezón en la espalda. Y ot...