JUGANDO AL GATO Y AL RATÓN
Me molesta que no se haya enamorado de mí aún. He estado detrás de él como un gato
persiguiendo un ratón. Soy enamoradizo y él es escurridizo.
Las ilusiones son como mortales legañas que no dejan ver y
es difícil sacarlas de la vista. Nos hacen ver cosas donde no las hay.
Pero que pasa cuando lo que tienes frente a ti es real. Si
todas esas pistas son verdaderas pero aún así él no se anima a dar ese paso…
¿Solo quiere tenerte ahí? ¿será eso? Como a un jugador en la
banca de los suplentes o como a una porristas haciendole barras y dedicándole
cantos.
Si es así, sería bueno saberlo. Pero, si fuera que yo le
gusto de verdad, pero él tiene miedo. Lo entiendo.
Te he mandado más señales que las recibidas por Batman en ciudad Gótica, y
tú te haces más loco que un sombrerero.
No quiero que te alejes, pero yo no haré nada para acercarme
a tu boca, porque temo que rechaces mi primer beso. A veces eres tan
inalcanzable como un comezón en la espalda. Y otras veces eres tan directo como un cuchillo en la yugular, aún no das el primer paso.
Quiero que des el primer paso. No es orgullo es protección.
Quiero protegerme de una desilusión. Pienso en ti muchas veces al día como un ángel de la guarda
que me hace compañía. Me sigue y me sigue a donde vaya.
Sé que piensas en mí tambien. Tus mensajes a la medianoche y
tus manos que tocan las mías más de la cuenta cuando nos despedimos son mis
señales. Las cosas que me cuentas y el tiempo que me dedicas.
Dejemos de jugar al gato y al ratón. No necesitas un queso
para tenerme en tu rincón.
Si estas leyendo esto, quiero decirte que no tengas miedo.
Puedes acercarte y besarme, yo estoy esperando lo mismo.
Para ti tengo fiestas y más sonrisas que el guasón. Acertijos
resueltos y canciones guardadas en cada pulmón. Pero deja de escaparte como un
ladrón.
Comentarios
Publicar un comentario
Continua leyendo