EL CHICO DEL BUS Cap. #39 EL CRUCIFIJO
Fue una noche de
locos la del reencuentro de exalumnos; viejos recuerdos fueron desempolvados y
nuevas historias encontraron su punto de partida. Me sentí extraño con la
noticia, jamás imaginé que pudiera suceder algo así entre S y A; y aquella
situación hizo cuestionarme ¿Me gustaba A tanto como me gusta H?
No pude evitar
hacerme esta pregunta porque desde el instante en que leí el mensaje de S
diciéndome que se había besado con A “por accidente”, sentí una gran molestia
¿estaba yo celoso? Por otro lado, mi ego se sentía complacido y realizado, S
confundió a A conmigo, eso quiere decir que yo le gusto a S.
Aquella noche no pude
dormir, solo de pensar en tantos enredos y tratar de sacar conclusiones. Y A,
que había venido a visitarme para contarme lo que pasó, ni siquiera pudo
decirme nada porque cuando lo intentó yo ya no le prestaba atención después de
leer el mensaje de S, además mi hermano llegó y nos encontró en las escaleras. No
quise que me viera con los ojos rojos y tuve que decirle a A que mejor
conversábamos después.
Y si esa noche fue
intensa, al día siguiente seria aun peor, y comenzó con la llamada de H
queriendo hablar conmigo en persona, ven a mi casa por favor me dijo con una
voz lamentada.
¿Qué querrá decirme
H? probablemente si lo metió en problemas el mensaje que escribí en su
parabrisas. ¿Se habrá peleado con Romina por mi culpa? Sea como sea, no debo
reprimir nada esta vez, si él quiere enfrentarse a mí, yo se lo diré todo. Le
contaré quien es S y que eliminé las fotos arriesgando a otros para ayudarlo.
- Tenemos que hablar – dijo H con una voz seria, en cuanto me recibió en su
departamento.
Sacó dos cervezas de
su refrigerador y nos sentamos en la sala, uno frente al otro.
- Voy a ordenar pizza ¿quieres? – ofreció H.
- Ok.
Eran cerca del medio
día del sábado, H recibió una llamada en ese momento y yo aproveché en revisar
mis mensajes. En ese momento, sentí una extraña calma, finalmente S ya no
representaba ningún peligro para H, ya no tenia con que chantajearlo. Vi fotos
de anoche en las redes sociales de las personas de mi colegio, incluso A había
subido un par de fotos, en una de ellas en el mismo grupo estaba Melissa y eso
me recordó que entre A y yo hay una conversación pendiente sobre lo que pasó
hace años en el colegio; aunque me gustaría más que me contará sobre el beso
que S le dio cuando lo confundió conmigo. No creo que A me cuente eso, lo dudo.
Lo que sucedió entre nosotros en su casa, cuando se la chupé en su habitación
mientras su papá dormía como una roca al lado fue un secreto del cual no hemos
vuelto a hablar, él me pidió que no volviésemos hablar de eso. Probablemente el
beso con S tenga el mismo efecto, y no querrá que nadie se entere, pero no
contaba con que S fuera un indiscreto. Espero que A se de cuenta que hay algo
dentro de él que esta despertando.
- Discúlpame G, era un cliente del periódico – se disculpó H cuando colgó
el teléfono.
- ¿todo bien? – pregunté.
- Si, bueno anoche…
Aquí viene la
avalancha de reproches, o al menos eso parecía. H no tenia con quien hablar de
ciertos temas y, este tema, definitivamente no lo podía hablar con cualquier
persona, probablemente no tiene un confidente, o quizá si y aun no lo sé. De H
se puede esperar de todo, es como una caja de sorpresas.
- Anoche, vino el impostor a mi casa – dijo H, y comenzó a contarme la
verdad.
Se llama Sergio y
trabajaba conmigo en el periódico, estuvo como practicante y luego como
asistente hasta que su contrato terminó y no lo renovamos porque un día nos
quedamos hasta muy tarde trabajando en un reporte y me ofrecí a llevarlo a su
casa, allí se me insinuó sexualmente y, no te voy a mentir, quizá fue ese
momento en que descubrí que me gustaban también los chicos. Sin embargo, eso no
fue lo peor, él había tomado fotos y también grabó todo lo que hicimos. Luego de que se fue, pensé que no volvería a
verlo, porque supe por medio de sus amigos en el periódico que se había
regresado a Ica, donde viven sus padres. Eso fue hace cinco años
aproximadamente y no volví a saber de él hasta que lo encontramos en la
aplicación. Ese día mientras cenábamos tratando de descubrir quien es el
impostor, fui al baño y me di cuenta que la única persona que podía hacer eso
conmigo era él, pero sentí vergüenza. Por eso me fui de viaje al sur a buscarlo
y al encontrarlo, yo no sabia que tenia fotos y videos sobre lo que pasó entre
nosotros, y trató de chantajearme con ellos.
Regresamos juntos a
Lima en mi auto, él manejaba mientras yo solo me drogué hasta más no poder en
el asiento de atrás. Hubo un momento en que mi celular sonaba, alguien me
llamaba, pero no contesté, estaba tan drogado que no podía moverme, solo vi que
Sergio cogía mi celular, “G llamando” dijo en voz alta, y aunque no sabia de
quien se trataba yo me inquieté, y ahora que lo pienso, vagamente creo recordar
que Sergio contestó esa llamada o quizá fue mi imaginación; como haya sido el
caso es que anoche estuvo aquí, llegó borracho de una fiesta cerca de la
medianoche justo cuando bajé a acompañar a Romina a tomar su taxi, lo vi en la
esquina esperando que ella se fuera. Al verlo tan borracho y capaz de hacer un
escandalo, acepté hablar con él y subimos al departamento. No hablamos casi
nada, me exigió regresar al periódico, de lo contrario iba a enseñarle esas
fotos y video a Romina, yo traté de calmarlo y prácticamente suplicarle que no
haga nada con esas fotos. Estuvo altanero hasta que repentinamente se calló,
alzó la mano y se quedó mirando un crucifijo, lo direccionó hacia la luz para
verlo detenidamente, y yo no entendía nada. Estuvo callado y meditando largo
rato, y yo me asusté pensando que estaba desquiciado o algo por el estilo, y
luego se puso de pie, miró su celular como buscando algo y su cara se
transformó como si estuviera viendo una película de terror, casi desesperado. Yo me dirigí hacia la kitchenette para
servirle un vaso de agua y alejarme de él, tuve miedo que en su estado
reaccionara violentamente, pero caminó a hacia la puerta y se marchó. Corrí
hacia la terraza y me asomé, vi que se detuvo frente a mi carro y parecía que
estaba rayándolo o haciendo algo en el vidrio del parabrisas, entonces bajé
corriendo a detenerlo, pero ya se había ido; el carro estaba intacto, solo
parecía que había escrito algo en el vidrio sucio y luego lo borró. Y todo eso
me ha dejado perplejo, ya no se que pasará hoy o mañana, siento que él va
contarle todo a Romina y si eso sucede, estaré literalmente perdido.
H seguía hablando y
yo dejé de escucharlo desde el momento en que mencionó el crucifijo, y volví a
prestar atención cuando mencionó lo de su carro. Rápidamente me puse en la
cabeza de S y a pensar como él, estoy seguro que S ya sabia todo, y si es así
estoy en graves problemas porque ahora él ira tras mi cabeza. Debe sentirse
como estúpido y usado, ya sabe que soy yo quien esta con H y no solo eso, sabe
que yo he borrado sus fotos. Debe saber que lo he engañado todo este tiempo. Ha
atado cabos y debe estar furioso, dolido y con ganas de revancha.
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