SÍ EL "EX" ES PARTE DEL PASADO ¿POR QUÉ PESA TANTO EN EL PRESENTE?
Conocer a alguien que acaba de salir de una relación, es como caminar muy cerca a una pared con pintura fresca y al mínimo tropiezo puedes mancharte de pintura fresca llamada “el ex”. Mi amigo Gonzalo estuvo caminando cerca a dicha pared durante la cuarentena cuando un ligero desliz de su dedo hacia el lado derecho del Tinder le dio un match. Un chico apuesto, varonil y buena onda, parece que llenaba todos los renglones con checks.
Lo mismo sucede cuando pasamos por la calle y no nos fijamos que
estamos pisando cuando vamos concentrados mirando hacia adelante.
Al inicio las cosas eran color rosa, bueno la pared era color de
rosa. Conversaciones hasta tarde, mensajes respondidos en segundos y mucha
química, lo único que faltaba para la física. Esperaron hasta que la cuarentena
se levantará, y agendaron su primera cita. Vinieron más citas hasta que un
viernes él decidió cancelar a mi amigo Gonzalo.
⁃
Prefiero no salir hoy -
le dijo el chico de Tinder.
⁃
¿Por qué? - preguntó
Gonzalo.
⁃
No es buen día.
Quizá si Gonzalo no hubiese insistido, hubiese evitado mancharse
con la pintura fresca.
⁃ Hoy es cumple de mi ex. Y no me sentiré cómodo pensando en eso mientras salgo contigo.
Personalmente a mí no me disgusta para nada cuando los chicos pecan de mucha honestidad. Sin embargo, este caso era distinto y Gonzalo se habrá preguntado ¿Era necesario? Sabemos que las relaciones son distintas y cada una tiene su propio génesis y éxodo, y parece que este chico tuvo un Apocalipsis que aun no había cerrado por completo, lo cual inevitablemente afectaría a las siguientes relaciones. Y a pesar que pensé decírselo a mi amigo tuve que tragarme la pregunta que rondaba mi cabeza ¿Si el ex es parte del pasado, porque pesa tanto en el presente?
Probablemente la pintura está muy fresca aún y nadie puede
acercarse. Cada vez que un ex sale de la vida de otra persona deja una pared
pintada de emociones, manchas con secuelas de dolor y pinceladas de preguntas
sin responder. Unfinished business. Y
no todos ponen un letrero de “no acercarse”, al contrario, hacen creer que sus
fachadas están en buen estado y dejan el paso libre a nuevos chicos que
inevitablemente saldrán manchados, porque es inevitable que alguien salga
afectado.
Luego de la cancelación de aquella cita, la mancha fue como de
lejía con efecto tie-dye, se expandió
por todos lados. Pasaron de mensajes instantáneos, a mensajes respondidos luego
de horas con monosílabos y sin emojis. El cuerpo y el corazón ya lo saben, no
es necesario una despedida, porque sabemos que dentro de poco habrá un adiós.
Todo se enfría y aunque Gonzalo intentó rescatar las conversaciones por
WhatsApp, y con cada monosílabo como respuesta y comprobando lo inevitable,
había sido manchado con la pintura del ex.
⁃
Lamento no habérmelo
tirado cuando pude.
⁃
¿Nunca tiraron? -
preguntamos Gustavo y yo.
⁃
No.
⁃
Te entiendo. Cuando algo
parece que va serio, yo también evito tirar - respondí, pero no sirvió de
consuelo.
⁃
Lo peor fueron las excusas para no salir. Que
el tiempo, que le da miedo, que el COVID
⁃
El COVID es una gran
excusa, no podrías discutirla - dije.
⁃
En fin.
⁃
“El ex” pesa y más si es
algo reciente y depende del numero de años antes que tú.
⁃
Definitivamente.
⁃
¿Aprendiste la lección? -
le pregunté.
⁃
¿Cuál lección? - preguntó
Gonzalo.
Gonzalo tiene la habilidad de enterrar una relación tan pronto
la encuentra defectuosa. Y si no, al menos tiene la habilidad para disimular
que todo esta bien, de manera que no solo nosotros le creemos, también él mismo
debe creérselo. La conclusión era obvia,
si alguna vez conoces a alguien que aun piensa en su ex, déjalo ir. Averigua si
la pintura del ex aun esta fresca, para evitar manchas innecesarias. Gonzalo no
solo aprendió esa lección.
⁃
La próxima vez que salgas
con un chico y sientes que va en serio, te lo tiras en una segunda cita, solo
por si las dudas.
Todos reímos, porque a pesar de todo, sabemos que en el fondo es
cierto.
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