NO HABLES CON EXTRATERRESTRES
Hoy por la tarde camino a mi pequeño París, o mis clases de francés, usé un sendero inusual rompiendo, sin querer, la monotonía de la rutina, porque el bus se me fue. Caminé y caminé como un caperuzito en el bosque de pavimento sin saber que se puede encontrar en el camino. No encontré un lobo, pero si un batallón muy pequeño de uniformes escolares frente a un kiosko de periódicos y me recordaron a mi época de chibolo; y en ese instante me detuve, por curiosidad, a escuchar lo que ellos decían: "No hables con extraterrestres".
Cuando el mundo del himno de mi colegio y sus clases acabó, fui feliz. No por odiar la carpeta y las horas con mi madre frente una hoja que no lograba memorizar; la razón de esa felicidad, fue la salida de un bosque lleno de lobos abusivos. Sin embargo, hoy entró a un mundo diferente, uno lleno de marcianos; y no me refiero a los que adeudan rentas de alquiler en planetas de otras galaxias vecinas.
Los seres que conocí al salir del colegio no atacaban como los lobos del bullying. Sin embargo, viven una vida ajena, con diferencias socio-culturales y étnicas, de las cuales se avergüenzan y, por ende, tratan de disimular. Ellos alucinan lo que no son, y caminan mirando sobre el hombro, como flotando sobre la tierra, lejos de sus limites, de sus realidades y características. Son wannabes y en cantidades industriales a los cuales yo les llamo: "extra-terrestres" porque se niegan a tocar suelo o pisar tierra. No tienen ancladas sus naves espaciales, no aterrizan porque estan desubicados en el espacio, un espacio al cual quieren pertenecer.
Mis amigos me lo dicen: No hables con extraterrestres, ellos no pisan tierra y te pueden abducir o seducir, llevarte a pasear en sus platillos voladores, llenándote de ilusiones y amores. Otros invaden "tu planeta" para establecer sus futuros imperios sociales, otros gastan monedas crediticias para aparentar. Seres necios que no poseen su propia atmósfera y tratan de robar el aire de la tuya, llegan como alergias a provocarte más que estornudos. Incluso pueden usar tu cavidad humana para no recibir los truenos que llueven en sus cielos. Te usan, te manipulan y todo para encajar en un grupo. Quieren ser como uno ¿Por qué? Han sido rehenes desterrados de sus sistemas solares, criticados por sus anillos sin colores. No son capaces de hacer brillar sus estrellas porque tal vez no las poseen y, si remotamente existe una en su gótico cielo, fue fugaz. Son coleccionados por agujeros negros que nadie conoce, y es ahí dónde habitan mirándonos celosos; y es precisamente eso lo que les molesta más: mirarnos y no ser como nosotros. Por eso atacan, por eso hinchan las circunferencias más calmadas, creando conflictos de índole social; son como el calentamiento, pero no global. Queman la ultima leña en tu fogata apagada para volverla a prender en magnitud forestal. Odian nuestra naturaleza o solo tal vez la ven más verde que las demás, quieren los frutos que solo nosotros sabemos cosechar.
Se mueven como nosotros, hablan como nosotros, quieren ser como nosotros, pero y ellos ¿Qué fueron? ¿Qué son? ¿Qué quieren ser? Yo quiero saber porque, a veces, me siento uno de ellos; siento que no encajo y quiero encajar. Yo solo sé que nada supe y sigo sin saber. Puedo ser torpe como un caballo al nacer, y a veces camello con mucha sed intelectual; y si ellos quieren ser diamante primero que aprendan a ser carbón, y a medio procesar no pierdan su brillo que es fácil perder a esta edad, tratando de ser alguien más de manera temporal.

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