FABRICANDO UNA CASUALIDAD PARA VOLVER A VERTE
Fabricar una casualidad no es muy difícil de hacer, pero estoy en contra de hacerlo. Se necesita una capacidad promedia de manipular las fichas del tablero a tu favor y poder estar cara a cara con el rey (tu rey) y una vez lo tengas cerca arremeter contra él con un jaque mate impecable sin que sospeche que todo estaba armado. Ese es el ingrediente secreto, no levantar sospechas.
Es una eventualidad o habilidad, en la cual se hace uso de todos los recursos humanamente posibles para concretar un encuentro qué a primera vista luce inesperado, oportuno y mágico.
¿Como es que se prepara este mejunje? Se necesitaran los siguientes ingredientes:
- Una mente embadurnada de ansiedad.
- Dos cucharadas de desesperación.
- 900 gramos de ilusión sin preparar.
- Una pizca de fe.
- Necedad al gusto.
Preparación: Una vez detectado tu objetivo (una persona que te gusta mucho). Cernir la ilusión sin preparar y mezclar con la desesperación; batir a punto de nieve. Previamente calentar tu mente ansiosa a unos 300 grados fahrenheit y al final agregar la pizca de fe. Recuerda que la necedad es al gusto.
Caso
Para volver a verte tuve que fabricar muchas casualidades, ya perdí la cuenta cuantas. Estuve enamorado o encaprichado con tu cara bonita y tu inteligencia. Soy listo también y me di cuenta que tú conmigo no quieras nada más que una amistad. Todos me lo decían, pero es difícil decirle a eso a un amigo más de una vez, eso sentían mis amigos conmigo, no querían herirme.
Es una eventualidad o habilidad, en la cual se hace uso de todos los recursos humanamente posibles para concretar un encuentro qué a primera vista luce inesperado, oportuno y mágico.
¿Como es que se prepara este mejunje? Se necesitaran los siguientes ingredientes:
- Una mente embadurnada de ansiedad.
- Dos cucharadas de desesperación.
- 900 gramos de ilusión sin preparar.
- Una pizca de fe.
- Necedad al gusto.
Preparación: Una vez detectado tu objetivo (una persona que te gusta mucho). Cernir la ilusión sin preparar y mezclar con la desesperación; batir a punto de nieve. Previamente calentar tu mente ansiosa a unos 300 grados fahrenheit y al final agregar la pizca de fe. Recuerda que la necedad es al gusto.
Caso
Para volver a verte tuve que fabricar muchas casualidades, ya perdí la cuenta cuantas. Estuve enamorado o encaprichado con tu cara bonita y tu inteligencia. Soy listo también y me di cuenta que tú conmigo no quieras nada más que una amistad. Todos me lo decían, pero es difícil decirle a eso a un amigo más de una vez, eso sentían mis amigos conmigo, no querían herirme.
Fui terco y creí que para gustarte era cuestión de verte seguido. Necio como una pulga que no quiere desprenderse del pellejo de un perro. Espíe tus movimientos como stalker profesional, miraba tus check in en Foursquare y Facebook para aparecerme por allí. Siempre espiaba tus movimientos y cuando te veía, me reconocías, me saludabas y luego te marchabas. No había forma de retenerte, fui torpe como un caballo al nacer y estando frente a ti no me salían las palabras ni las conversaciones interesantes.
La desesperación se avecina hacia nosotros como un toro que embiste y no distingue entre un humano y una pared de concreto, nos golpea y nos deja con muchas cosas en la cabeza. Cuando me encontré contigo la última vez en el cine, casualmente, sin fabricarlos me di cuenta que era mejor así, porque ya no me ponía nervioso y las palabras salían como agua de un manantial, naturalmente.
Desde ese instante, cambié mi chip. Las casualidades deberían ser solo eso; imprevistos sin la necesidad de creerlas de lo contrario pierden esa magia de la que están hechas. Pierden la sazón de la intervención del destino, y lo fuerzan a hacer actos que luego son irremediables.
Lo que no es para ti aunque lo busques y lo que es aunque te escapes. Aquel día en el cine, me invitaste a entrar junto, porque "coincidentemente" veríamos la misma película. Desde ese instante entendí a la casualidad, mientras sea preconcebida solo llevará al fracaso, entendí que si algo no tiene raíces no va fluir.
Sin embargo, cuando hay una posibilidad uno tiene que moverse para obtener lo que quiere, porque el destino te puede ayudar regalándotela una casualidad, y si eres listo debes aprovecharla.
Lo que no es para ti aunque lo busques y lo que es aunque te escapes. Aquel día en el cine, me invitaste a entrar junto, porque "coincidentemente" veríamos la misma película. Desde ese instante entendí a la casualidad, mientras sea preconcebida solo llevará al fracaso, entendí que si algo no tiene raíces no va fluir.
Sin embargo, cuando hay una posibilidad uno tiene que moverse para obtener lo que quiere, porque el destino te puede ayudar regalándotela una casualidad, y si eres listo debes aprovecharla.
Las casualidades fabricadas son un látigo que nos flagela a los que intentamos crearlas.
me encanto tu receta. #sabe
ResponderEliminar