SI NO SOMOS NADA ¿POR QUÉ ERES MI TODO?
Un rayo me contó que no es bueno caer en el mismo lugar dos veces, sobre todo, cuando ahí se cometió un error, ¿Cómo evitarlo si el error es tan tentador?
Si no quiero cometer más ERRORES en mayúsculas, entonces tendré que escribir en mi cerebro tu nombre en minúsculas, muy pequeño y casi imposible de detectar.
Si no quiero cometer más ERRORES en mayúsculas, entonces tendré que escribir en mi cerebro tu nombre en minúsculas, muy pequeño y casi imposible de detectar.
Solía pensar que lo vales, solía pensar que eres vital como la sangre en una vena, pero la decepción fue tanta que terminaste dando pena.
Te creíste más pretencioso que un titular de periódico, engañando e ilusionando. Aunque me doy ánimos, la verdad es que, a pesar de todos los intentos, aún sigues habitando ilegalmente en territorios de mi mente.
Mis “hola” tienen un límite, he llegado a ser testarudo hasta las huesos y sigo sin poder sacarte de mis sesos. No soy Moisés para liberarme de la esclavitud que es recordarte.
Olvidarte es un trabajo ardúo como el de un obrero, la única manera de expectorarte sería volverme más loco que un sombrerero.
Que me acusen de pagano, que se me acuse de mitómano, que se me acuse de cleptómano. Te he adorado como a un dios, me he mentido a mí mismo creyendo que vas a cambiar y he robado tiempo a mis seres queridos por dártelo.
Mi abogado tiene como unica defensa la prueba de que errar es de humanos. Te quise mucho y muy rápido, me tenias loco por más de cinco semanas y con tu nueva actitud te odié en cinco minutos.
Te has metido hasta en mi cansancio, aún exhausto de pensarte sigo tras tu rastro. Te has robado mis sueños y lo has convertido en pesadillas. Mereces condena en cárcel medieval con cocodrilos alrededor; solo puede herirte otro depredador.
“Ojos de cuervo, patas de gallina; deseo que me abraces por el cuello como una chalina”.
“Patas de ciempiés, intestinos de ornitorrinco, que se me pase esta insensatez de pensarle hasta los domingos”.
No sé qué conjuro usar, alguno para borrarte o recuperarte. No me puedo engañar, estas tan presente como una comezón en la espalda, pero igual de inalcanzable.
Como suprimir esos momentos que me sacan una sonrisa inesperada, si basta un parpadeo de tus ojos para que mi sangre quede helada.
Yo puedo ser una sorpresa que aún no debes abrir, pero te empeñas en condenarme sin escuchar mi testimonio. Te he dado todo, pero eres un vil puerco que prefiere su lodo.
No tiene lógica pensarte, la cantidad de veces que tu nombre viene al día es totalmente proporcional a la cantidad de veces en que NO piensas en mí.
Entonces:
SI NO SOMOS NADA, ¿POR QUÉ ERES MI TODO?
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