DESCONÉCTAME

Se ha convertido en un hábito despertar y automáticamente pensar en ti, una rutina como desayunar y cepillarse los dientes. Toda mi habitación ha quedado impregnada de tu presencia, todo tiene tu maldito olor y tu sudor es un aroma que ha dejado mi piel perfumada. La almohada que abrazaste, la sabana donde dormiste, mi espalda que besaste, todo te extraña. Yo te extraño, pero quiero que me extrañes también, quiero gustarte como me gustas. No sé de donde viene todo esto; y esas cosas tontas por las que apostamos todo sin tener un argumento verdadero, son mi especialidad. 

Soy un idiota, pero un idiota bueno y que te conviene. Aquí estoy frente a ti haciendo el ridículo de nuevo. Estoy esperando tu llamada, esperando tu mensaje, ya que las señales se han descompuesto. Me siento inerte como una computadora que desconectan sin avisar y se apaga totalmente quedando inútil, y sabes que reiniciar es un proceso lento. Yo nunca escarmiento, pero miento si te dijera que fuiste una hoja que se me cae; en realidad eres todo el árbol. 

Suelo enamorarme a la velocidad de la luz, y contigo he roto la barrera del tiempo y he creado una nueva velocidad; no es muy difícil enamorarse de tu sonrisa, tus conversaciones y la manera en que me explicas las cosas. 

Para dejar de pensarte, debo desconectarme. Tienes que desconectarme, ¡desconéctame! Háblame mal, trátame mal; es la única manera en la que entiendo; es la manera rápida y efectiva, como el veneno de una black mamba.

Desconéctame, bloquéame en whatsapp y elimíname de Facebook, así dejaré de ver las cosas grises. Retira esos follows y likes, dame 140 caracteres o 140 motivos para aburrirme de ti. Retírame de tu vida de la manera más violenta, porque de la forma amable puedo confundirme. Ser tu amigo es como un filtro de instagram, se ve bonito, pero la realidad es otra. 

Sé radical y yo seré obediente. No me trates como una opción; fumiga toda esperanza. No seas egoísta, no soy un pin de pinterest para que me almacenes, no me tengas en lista de espera como una foto en tu celular esperando ser editada. 

Por mi parte tomaré todos esos flashbacks de la noche en que te conocí para ponerlos en un lugar donde no tenga que volver a verlos, con una contraseña que pueda olvidar fácilmente.

Desconéctame de tu mundo que, de seguro, tu red ya está demasiado cargada. No quise ser spam, pero si me tratas como un virus, formatea mis emociones con tu rudeza para poder entender de qué debo desconectarme. Log out. 

 Por Carlos Gerzon

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