ME RIO EN RÍO


El sol no deja de brillar y la piel tostada es casi una obligación ciudadana. Los cuerpos garotos se dejan ver sin descaro en Copacabana e Ipanema. El Corcovado vigila nuestros movimientos desde lo alto, y el aire huele a samba y celebración. Así es esta ciudad, y no le cambiaría ni un centímetro.  

RÍO DE JANEIRO es más que un lugar, resultó ser una emoción; cada rincón tiene su encanto. Me enamoré no solo de la gente en la playa, también de la fiesta, la alegría del carnaval, el color de sus calles, y he decidido que aprenderé portugués para mi próxima visita, porque #RÍO es un lugar que no terminas de conocer.

Aquí les dejó algunas postales fotografiadas por mí; en ellas intento mostrar un poco el encanto de este lugar, pero no le harán justicia; si quieres vivir la magia, no le des muchas vueltas, agarra tu tarjeta de crédito y compra tu boleto!


"Puedes caminar 30 minutos y observar lo que te rodea o puedes ser un turista más y tomar el bus" pensé mientras veía a los turistas desesperados por una foto. 


"No hay donde escapar, cuando quieres escapar de ti mismo", pensé cuando trataba de portarme bien, aún cuando no tenia porque reprimirme, sabía que es bueno el autocontrol, y  no lo logré. En una de mis primeras noches, tomé muchas caipiriñas y ademas fumé un poco de hierba que me invitó un europeo que era amigo de un brasileño que conocí en el hostel. 


"¿Puedes creerlo? Aún existen lugares que te dejan sin aliento"


"El universo tiene cosas preparadas para uno, pero no las vemos porque nos aferramos a las cosas que no son para uno", y gracias a ese pensamiento pude conocer momentos que esperaban por mí. 

Un año antes de mi viaje a Brasil, lo conocí en Lima, se llama Wal; y no es gay, es bisexual. O al menos eso dice él y yo le creí porque no tenia porque mentirme, ademas que lo comprobé cuando estuve en su país natal; Brasil. Fue gracioso, él me decía "No podemos hacerlo, aquí nadie sabe que también me gustan los chicos" y yo solo traté de decirle que nadie tenia porque enterarse, que podríamos hacerlo igual que en Lima, pero él no quiso. Finalmente tomé el toro por las astas; "Me voy en dos días, ¿estas seguro que no quieres hacerme nada?"; aquel ultimátum fue suficiente, para que Tal se pusiera de pie, cerrará la puerta de su habitación mientras nuestros amigos dormían en la sala, y una dentro a solas los dos comenzamos a besarnos y lo hicimos en su cama. 


"Chico de Ipanema" 




"Me rio en río"

"No necesitas a nadie, viaja solo y vas a descubrir cosas de ti que desconocías" , y eso es verdad. Cuando llegué a  Brasil, el plan fue que Wal también estuviese allá en Río. Sin embargo no pudo viajar, él vive a ocho horas de Río de Janeiro y a último momento cancelo su viaje a la capital del carnaval. Pero, no me dejo a mi suerte, "Busca a  Omar, e Sun amigo de México que también estará allá, ambos pueden venir luego a visitarme".  Y así lo hice. 

Omar se convirtió en mi amigo y compañero de viaje, buen muchacho con un historia increíble y triste.  Conocimos mucha gente y bailamos mucho por las noches de fiesta.  Una noche que me quedé solo, decidí comprar un boleto para asistir al famoso carnaval de Río de Janeiro, una vez allá, debía hacerlo.  Fui solo, Omar no quiso ir, allá conocí a un chico brasileño muy atractivo, tenia la piel tostada perfecta, barba perfecta, sonrisa blanca y ojos brillantes, lo único malo era Fabrizio, su novio. 

Aunque ambos se presentaron como pareja, eso no era impedimento para que Patrick me mirase con los mismos ojos con los que yo miraba a los garotos semi desnudos en la playa.   Él y yo tuvimos una química tácita, prohibida y alimentaba por el fuego del pecado y la traición. Me quemaba la piel tenerlo cerca, pero él es prohibido. Aún así los agregué a él a su novio y sus amigos al instagram. 

Al día siguiente, me quedaban aún algunos días en la playa, y me encontré con un amigo peruano que trajo consigo dos amigos. Fue en Ipanema donde los encontré, y aunque no me llamó la atención para nada la primera vez que lo ví, fue cuestión de minutos para que una sencilla conversación despertará algún interés entre nosotros. Y cuando menos lo pensamos durante el atardecer ya estábamos besándonos bajo el sol cálido de la ciudad. 


É que eu sou malandro, batuqueiro
Cria lá do morro do salgueiro
Se não acredita, bate de frente pra ver
O couro vai comer!


"Dame un beso, solo uno, el primero y el último, mañana te vas", me dijo Patrick  la noche del trece de febrero , casi cerca del catorce. Y es que, decidí volver al sambodromo a ver un espectáculo, allí volví a ver a Patrick, estaba solo con su familia. Y lo ví  con suerte, porque ahora él estaba lejos de las tribunas, estaba abajo cerca al desfile.  Aquella fue mi última noche en Río, había tenido tríos, amores de playa, solo faltaba  un beso prohibido  a un garito que me gustaba. Entre las tribunas y la zona vip donde se encontraba Patrick, había una reja que nos separa, pero eso no fue impedimento, porque Patrick se acerco hasta las tribunas y a pesar de la reja, sus labios cruzaron hacia el otro lado y besaron los míos; "Tienes que volver a Río", en eso no estaba mal. 
"No solo esta reja nos separa, él también" , le dije y nos despedimos para siempre. 


"You are my brother from another mother" 




"No cambies tus planes por los demas"


De regreso en el avión, el chico peruano que conocí en la playa, saldría conmigo en Lima, y aunque esa historia de amor de verano no termino bien, nadie me quitará la samba bailada y la lambada en una cama, vi las fabelas en los ojos de la lujuria y el pan de azúcar no era lo más alto que llegó mi mente. Me encantó este lugar, y aunque llorando me fui, amé toda la magia de Brasil, debo volver. 


Instagram: @elchicodelbusblog 

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