TE DEJO EN MADRID parte 1
No puedes escapar de tu destino. No debes sacar conclusiones apresuradas. Porque cuando crees que todo lo malo te sucede solo a tí, en realidad es solo el aperitivo: amargo y fuerte, pero luego llega el plato principal y al final, cuando crees que no puedes más, tendras un inigualable postre.
El aperitivo.
Aquella mañana del 08 de agosto desperté emocionado. Hoy daba inicio mi eruotrip : Italia - España y Francia. Mi gran sueño de hace años es conocer Italia. La cuna del arte y la fotografía de moda. Donde Franca Sozzani nació dando rienda suelta a los fotografos que hacen maravillas con las portadas y páginas de Vogue Italia.
Al llegar al aeropuerto me topé con el primer obstaculo, mi vuelo había sufrido un afortunado inconveniente: Fue cancelado por problemas de la aerolinea.
De repente me ví en una situación clasica: Esto es obra del karma. Ha aparecido en el momento que más esperaba y deseaba. Es oportuno al hacer su trabajo y hacerte pagar alguna deuda del pasado.
Sin embargo, mi cerebro se apresuró a sacar conclusiones.
Debido a la molestia de muchos pasajeros que compartían el vuelo conmigo, la aerolínea se encargó de situarnos en otros vuelos.
Originalmente mi vuelo tenía una escala en Miami. Pero gracias al error de la aerolinea original me consiguieron un vuelo en otra, que me llevaba directo a Madrid, mi primera escala antes de tomar otro vuelo a Roma.
Esta modifcación inesperada de mis planes y del universo me colocó en otra situación. Se supone que yo llegaba a Madrid en la noche, digamos ocho de la noche y a las nueve y media abordaba otro avion low cost hacia Roma; allí yo queria iniciar mi eruotrip en Italia y subir hasta París para finalmente regresar a España a tomar mi vuelo de regreso a Lima.
Con el cambio de planes mi vuelo aterrizaba en Madrid a las nueve de la mañana lo cuál me daba un día entero hasta mi vuelo a Roma.
El plato principal.
Al llegar a Madrid me recibio un clima maravilloso. Dejé las maletas en el aeropuerto, cogí un mapa y me lancé junto a mi cámara a la salida del Metro y tomé uno directo al centro de Madrid.
Recuerdo caminar mucho. Finalmente estaba en Europa pero no sentí esa emoción que pensé que sentiría. Estaba solo, viaje solo. Recien en Roma me encontraría con un amigo.
Cerca al medio día llegué a uno de los lugares que quería conocer en Madrid: La Gran vía, para mí es una especie de Times Square español. Eran cerca de las doce del mediodía, supe que tenía que comer algo en ese momento antes de desmayarme.
Luego salí a tomar fotos. Sin darme cuenta me habia alejado mucho del centro, entonces caminé de regreso a La Gran Vía, no tuve ganas de caminar más ni conocer más. Entré a un Starbucks y pedí el usuario y contraseña del wifi.
Aún faltaban como tres horas y media para volver al aeropuerto y abordar mi vuelo. En ese instante recordé que hay algo que se puede hacer para esperar: grindr.
Me bajé el app y no tardé en conversar con chicos. El jugo de naranja de starbucks es el peor, mi lengua estaba resentida por ofrecerle semejante atrocidad. Necesitaba darle un merecido entretenimiento.
Un perfil sin foto aparecia muy cerca a mí y comenzó a escribirme. Me solicitó fotos y se la envié. Aquel que me hablaba al otro lado de la pantalla me envió una foto.
Casi me caigo de la silla cuando ví ese cuerpo ¿Estaba en Madrid o en Atenas? No recuerdo incluir Grecia en mi destino, pero ese torso y ese abdomen eran de un dios griego. No te merecemos Madrid.
Al principio tuve dudas ¿Realmente existe? ¿Es este un perfil real? Luego mi cabeza hueca tuvo un momento de lucidez. Y recordé que estaba en Europa, por supuesto que esto no es Lima donde abunda el #catfish. Aquí, en Madrid todo es real. Y no pretendo discriminar ni nada por el estilo. En Perú suele suceder que usan fotos que no les pertenecen, y no abundan los cuerpos de modelo de Calvin Klein. #sorrynotsorry
Mi adrenalina, que estuvo pasiva y meditabunda hasta ese momento, comenzó a recorrer por mis piernas.
Envié mi foto y al instante él envio su ubicación. Tan solo unos cuantos minutos caminando desde la gran vía.
¿Que debía hacer?
Faltan tres horas para abordar mi vuelo a Roma y la verdad que con semejante foto la tentación es mas grande que una manzana en el Edén.
Le dije que no soy de Madrid que estoy de turismo.
- ¿De donde eres?- peguntó
- De Perú.
Hice más preguntas, pero él no respondía de inmediato y cuando por fin escribía algo solo eran frases como:
- Ven, te espero.
¿Qué debía hacer?
Definitivamente él no queria que vaya solo a conversar. Él lo que quiere es sexo.
La verdad es que mi desición estaba toamda cuando envío la segunda foto donde se enfocaba de la cintura para bajo en boxers.
Fui al baño a lavarme la cara y acomodarme el peinado.
Salí de starbucks siguiendo el mapa que él había enviado. Eran seis calles caminando. La primera en cruzar fue La Gran Vía. Luego entré por una esquina angosta y doble en L.
Caminé por un barrio lleno de lofts y tiendas. Toqué el timbre de un edificio y la puerta se abrió sola. No habia nadie en la porteria. El edificio no era nuevo, calculo que tendra unos 20 años de antiguedad. Subí por el ascensor hasta el cuarto piso. Me encontré un largo pasillo blanco y camine hasta el departamento que buscaba.
Encontré la puerta con el número indicado y toqué el timbre. Mis manos me sudaban, mi corazón latía rápido. ¡Qué nervioso estaba!
De repente la puerta comenzó a hacer ruído, se escuchaba el cerrojo corriendo hacia un lado. La puerta se abrió y ahí estaba él cubierto solo con una toalla.
Continuará

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