¿EN QUÉ LADO DE TU CABEZA ESTOY?

¿Decir lo que sientes es tan difícil? Me gustaría tu respuesta en persona y no por escrito. Yo creo en las segundas oportunidades, a veces cuando lo amerita, incluso en las terceras. Quiero saber en que lado de tu cabeza estoy y que posición ocupo en tus prioridades. Si no estoy en tu top 5 quizá es mejor que nos alejemos.

He tenido paciencia, esperándote. Cuando me enteré que salías con alguien más, me jodió. Y me jodió más cuando me lo contaste. Según tú para huir de una situación, nos refugiamos en alguien. Y a veces en más de una persona, como si no quisiéramos arriesgarnos y poner todos los huevos en una solo canasta. En lugar de “Ponernos bien los huevos” para tomar decisiones correctas. Eso es lo que te hace falta: “tener huevos”. Solo sabes huir.

Te presentaste como la carta de un restaurant con estrellas Michelin, con deliciosos manjares en tu abdomen y buen postre digno de cinco tenedores.

Salimos muchas veces y fuiste cariñoso, pero cada vez que te preguntaba: “¿Qué somos?” tu rostro se transformaba, y el tono de tu voz se enrojecía. Yo no entendía por que le molestaba tanto una pregunta tan sencilla.

Pasaron más días y yo tenia muchas preguntas. Él me hacia sentir especial, pero al mismo tiempo me sentía en el limbo. Yo supe lo que quería, pero no tenia idea de lo que él quería. Entonces decidí preguntarle nuevamente ¿Qué somos?

Y es que, si sales con alguien casi a diario y la pasan bien, me parece que es suficiente evidencia de que algo esta funcionando, a menos que…

-        “Te dije que somos amigos, nada más” fue lo que me contestó.

Entonces reaccioné y me di cuenta que estuve viendo lo que yo quería ver. Me cegué, pero al mismo tiempo vi que él, intentó que las cosas funcionaran, y al verlo afligido le pregunté ¿Por qué no funciona?

-        “Falta una chispa”- dijo él.

Cuando respondió eso sentí que me ahogaba, pero justo cuando estaba cayendo al fondo de mar, de repente abrí los ojos y me di cuenta de algo. Él nunca intentó nada. Solo estuvo haciendo hora conmigo. Como no quería estar solo, aprovechó que yo estaba cerca y, quizá me estoy inventado esto, pero pienso que él creyó que si no encontraba a alguien que le gustara más recién podría intentarlo conmigo.

Entonces las voces en mi cabeza reaccionaron, y me dijeron: NO seas su segunda opción. Hay más aves en el cielo. “Así que falta una chispa” pues ganas me dan de sacarte chispas de los ojos, pero tengo que retirarme digno.

Nos despedimos y no volvimos a vernos.

Porque cuando una persona quiere realmente salir y estar contigo, no pone excusas y siempre serás su aperitivo, plato principal y postre. Todo.

Por Carlos Gerzon

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