MATRIOSHKA
Antes que nada, me gustaría hacer una
declaración. Al ver este mundial #RUSIA2018 he decidido cambiar mi religión y ser
cristiano #CR7 aunque mi corazón este en Paris #Griezmann y mis caprichos empiecen a perder el Kroos-trol. ¿se entendió?
Y hablando de corazones, me han dicho que el mío
se ha vuelto frio como el clima de Rusia en invierno. Y es verdad. A mi me sucede que cuando temo a que me engañen o lastimen emocionalmente mi cuerpo se transforma en una Matrioshka: me encierro en mí mismo guardando todos mis sentimientos bajo infinitas capas; y por fuera transmito varios personajes que se encargan de decirle al mundo: Estoy bien.
Descongelar mis sentimientos tomara tanto
tiempo como un partido empatado, recurriendo a tiempos extras. Me he vuelto
frio. Y no es porque haya decidido cerrar la puerta, no soy Putin para prohibir
nada a nadie. Sin embargo, siento que si mi vida amorosa fuera un mundial de
futbol yo seria como Corzo sentado en la banca esperando que el DT (abreviación
para DesTino) me convoqué y me lleve a la cancha.
Son días de pasiones revueltas. Tanto así, que
me gustaría ser camiseta de futbol peruano para tener una gran legión de
hinchas tras de mí. Aunque ante cualquier error #ComoUnPenalFallado me
abandonen al instante. Es broma. No soy ambicioso solo estoy buscando uno, pero
con la fuerza de un equipo y me abracé como si fuera yo la copa del mundo. Que me
canté al oído como Ricky Martin cantaba en el 98 “tu y yo ale ale ale”. No seré
Shakira, pero mis deseos no mienten.
Si es verdad, he congelado todas mis
emociones. Las he sacado de la pelota de futbol con la que todos jugaban y las
he puesto dentro de la copa de oro para que solo el mejor llegue a ella. Eso
puede tomar tiempo y la verdad es que estoy ansioso.
Aunque todo parezca perdido, el amor puede ser
como el futbol. Sin darte cuenta te puede sorprender un gol de último minuto; y así reaccionar las tribunas de mis estadios.
Sí, es verdad que mi corazón esta frio como la
mente de un futbolista cuando va a patear un penal, eso se llama mecanismo de defensa. Cuando
llegue el indicado tendrá que tomarme como una muñeca rusa e ir descubriendo que hay dentro; con paciencia.
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