TU MENSAJE ES UNA BALA PERDIDA
Como una vez cantó Christina Aguilera “pero
me acuerdo de ti y se me va la calma”.
El mensaje está en mi celular
esperando ser leído. Mi estómago se revuelve y tu nombre nuevamente está
girando y paseando como una montaña rusa por cada rincón de mi cabeza.
Tu mensaje es una bala perdida que me
ha tomado por sorpresa, y yo no voy negártelo, tengo ganas de leerlo y
contestarlo, pero no debo hacerlo. Como dice Christina “Mi cuerpo dice quiero,
pero mi alma tiene miedo”. Como un genio
atrapado esperé, dispuesto a hacer tus deseos realidad, pero me cambiaste como
se intercambiaron las figuras repetidas del mundial.
Eso me pasa porque siempre espero lo
mejor de todos. No debería dejar de hacerlo, pero llega un momento que la vida
te dice “ponle stop” a esa cinta, ya has visto esta película muchas veces.
A pesar que te expectoré como una
flema, y te lancé tan lejos como el juguete de un perrito. Has regresado hacia
donde todo empezó: un mensaje. Así es, te arrojé como una piedra y te
convertiste en un bumerán que regresó. Y de cierta forma lo esperaba.
Un mensaje corto pero letal. Y yo
preso de mis convicciones y radical en mis decisiones estoy entrando nuevamente
al agujero negro de las dudas y peor aún al de las segundas oportunidades.
Si te dejo entrar nuevamente a mi
vida, corro peligro de que vuelvas a marcharte con otro, quizá uno nuevo quizá un
ex. Alguna bruja pedazo de cuero.
Tu mensaje llegó un fristr8, como dice mi amigo a los
viernes de salidas hetero; y todas mis amigas corearon al unísono: “déjalo en
visto”. Al día siguiente salí con otros amigos, era un típico saturgay y todos sentenciaron “No le
respondas”.
El domingo lo medité con mi almohada y
ella también me dijo “Ni se te ocurra escribirle pobre huevon”. La verdad no sé
que hacer. Si te ignoro siento que he ganado, que a pesar de todo he vencido.
Mi cuerpo dice quiero, pero mi alma
tiene miedo.
Escribiendo...
Por @carlosgerzon
Instagram: @elchicodelbusblog
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