DÉJATE LLEVAR COMO UNA PLUMA POR EL VIENTO
Cuando alguien te gusta mucho, dejarse llevar por las emociones es
como ir a la guerra, no sabes si regresarás vivo o herido de por vida. En la
guerra, algunos pierden amigos o una pierna o un brazo; y en el amor puedes
perder tus ilusiones, tus expectativas y, sobre todo, tu corazón, igual de difícil de reparar.
Tengo miedo aún. Tengo miedo dejarme llevar como una pluma
cuando sopla el viento. Tengo miedo de entregar y no recibir en cantidad
proporcional. Tengo miedo de los juegos mentales y egocéntricos de terceros que
solo buscan divertirse como si tus ilusiones fueran un carnaval o una feria
donde puedes subirte a los juegos sin pagar.
Le conté mis temores a una amiga y ella me dijo algo que me dejó
pensando:
Cuando te enamoras y cuando eres correspondido; no tienes que
decirlo o esperar que te demuestren algo, tu cuerpo lo sabe, tu respiración lo
sabe y tus nervios lo saben. La química no es un floro o chamullo barato, es
real; es tangible. La sientes al momento en que esa persona te habla, te mira y
te observa cada gesto y te oye cada palabra con un interés y curiosidad
evidente. La sientes cuando esa persona bosteza o estornuda o hace algún gesto
que se ve mal, pero a ti te parece el gesto más lindo. Los nervios te ponen
torpe y tu corazón parece latir más fuerte. Tu garganta se seca y te recorre un
aire por la espalda y se te erizan los pelos del brazo. Tus ojos desarrollan un
brillo que parece destellar más que cualquier astro de allá arriba.
Cuando sientas todos esos síntomas frente a esa persona que has
conocido, no debes tener miedo, al contrario: vive ese momento.
Déjate llevar como una pluma por el viento. Date el permiso de
deleitarte, déjale a tu corazón latir, deja que las mariposas revoloteen en tu
zona abdominal.
Es verdad que la otra persona debe sentir lo mismo. Y sabes que,
también lo sabrás cuando suceda porque tu corazón sabe cuando es correspondido.
Así que hazlo, no te reprimas, suéltale las cadenas a tus emociones que has tenido
encerradas por mucho tiempo por miedo a que te lastimen.
Te aseguro que no te sentirás tan feliz como en ese momento. Si
más adelante te chocas contra un muro y no resultó, siéntete bien de haber
entregado momentos genuinos y no pasos cuidadosos como si caminaras en un campo
minado.
Como diría mi amiga, es bonito. Déjate llevar.
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