MODO OVERTHINKING
Hoy sospecho que algo has hecho. mi cabeza parece una gran pared en blanco atacada por un grafiti confuso, lleno de formas y texturas que parecen tener un orden difícil de descifrar. En algo así se transforman mis pensamientos cuando estoy contigo.
Comerse
las uñas es más saludable que estar overthinking. ¿Cómo lo detengo? estoy en cavilaciones y es como si alguien se tropezara con el cable que une mi
mente con la cordura y la desconecta. Quedo varado en un mar agitado, como
perdido entre la niebla o recorriendo un laberinto donde me es difícil encontrar
la salida. Es un lugar donde abundan pensamientos extremos, fatalistas, innecesarios y agotadores exprimiendo mis sesos hasta sacarle un jugo
concentrado de ideas y situaciones utópicas.
"Si me leyó y no me respondió", pienso sin cesar. Mi mente busca una explicación a la velocidad de la
luz sin darle tiempo a las circunstancias. Mi ansiedad se convierte en un acto
suicida de mi tranquilidad. Me roba el sueño y a veces el apetito.
Cuando termina el día y no hay ningún
mensaje suyo, automáticamente mi mente empieza a buscar piezas que no existen
para armar un rompecabezas (léase literal) y le doy la forma que mis inseguridades
crean conveniente.
Estoy overthinking si busco cada
pequeño detalle de una situación sencilla. Si desmenuzo las oraciones que él me
dijo con la misma precisión que un cirujano opera un cerebro abierto.
Cuando interpretó sus tweets, likes,
estados y stories más allá de lo que son. Cuando busco una respuesta a una
pregunta que nadie me ha hecho, que mi mente ha preparado y ha dejado como una
ratonera para sabotearme y atraparme.
Overthinking cuando planificas cómo será
la discusión de mañana cuando lo veas, cuando imaginas las cosas que él te dirá
y las cosas que le responderé.
Cuando asumes que ya no le gustas solo
porque han pasado diez minutos desde que le escribiste y no te ha respondido.
Yo
no sabía que tan malo es estar en modo overthinking, hasta que me di cuenta que
es una manifestación de la ansiedad e interrumpe mi atención en mis quehaceres
diarios. Mis niveles de estrés se
disparan y la efectividad y concentración en los que estoy haciendo se desploma. Me hablan y no escucho por estar pensando.
Si te pasa lo mismo, deténtelo; y si sabes el
secreto, pásame la receta.
Comentarios
Publicar un comentario
Continua leyendo