EL CIELO VUELVE A SER AZUL
A veces es necesario alejarse voluntariamente de todo lo que nos atormenta; amigos tóxicos, relaciones pasajeras que buscan sábanas limpias y esos bocaditos de la reunión de la mañana con harta azúcar que no combinan bien con ese polo a rayas que quieres usar. Hoy alejarse no es una opción, es una obligación. La distancia que estamos viviendo ahora nos las ha impuesto nuestro planeta con la llegada de un virus. Queremos salir de este aislamiento, pero no debemos. Solo nos queda esperar; esperar a vivir o esperar a morir, esperar una absolución que jamás llegará (siempre supe que llegaría el momento de usar este diálogo de Titanic y muy oportuno) ¿merecemos la cura luego de lo mal que hemos tratado a nuestro planeta? Con tanto tiempo libre en casa, además de cuidarnos y protegernos, también podemos tomar asiento y pensar ¿qué estamos haciendo? y ¿qué hemos estado haciendo todo este tiempo ? En estos días he mirado por la ventana y pude ver el co...