EL SEXTING NO CONOCE DE DISTANCIAMIENTO SOCIAL
En el día número cincuenta de la cuarentena, aproximadamente
hace dos meses, estuve chateando con un tipo por Instagram que siempre me hace
reír. Amistad fue la primera palabra que cruzó mi mente. Traté de que la
brújula no se moviera de esa friendzone
llevándome hacia otra dirección, pero cuando tomas determinaciones como esa, llegan ciertas distracciones. Aquel chico me atrae y nuestra conversación era como manejar
en una autopista sin tráfico donde vas tranquilamente a toda velocidad hasta que me encontré con baches y piedras. Sin previo aviso, aquel chico del Instagram me hizo una pregunta:
⁃
¿Te va el sexting?
Yo no sabía si me estaba preguntando directamente o si solo
quería saber mi opinión. Temiendo cometer una indiscreción del tamaño de Júpiter,
solo me reí con “hahaha” y “lol” y sin ningún reparo cambié el tema.
⁃
Debiste responderle que sí
- me dijo Gonzalo.
⁃
¿Estás loco?
⁃
¿Por qué? Estamos en
cuarentena y el sexting no conoce de
distanciamiento social. Es seguro.
⁃
¿seguro? Todos los “sextings” son solo la chispa del incendio.
⁃
¿Y?
⁃
Luego querrán enviar
fotos o videos y yo no quiero que nadie vea mi pack por las redes.
A pesar de que las aerolíneas están cerradas y no hay aviones en los
cielos, hay muchos volando cometas, pero ¿es suficiente estimulo ver pornhub o necesitamos algo más real? ¿Es
el sexting una antesala o una previa
y por eso nos entusiasma tanto? ¿estamos esperando que acabe la cuarentena para
cumplir las promesas y fantasías propuestas en los chats?
Gonzalo, practica sexting
desde antes de la cuarentena, pero durante la misma, se ha vuelto un coleccionista
audiovisual de contenido sensible, apto para mayores de 18 años. Incluso ha
reunido suficiente material para su propio OnlyFans,
en caso decidiera tener una cuenta.
Si el sexting fuese un
deporte olímpico, podría decirse que Gonzalo estuvo en el podio con una medalla
de oro colgando de su cuello. Y con mucha concentración, imitando a un maestro
de yoga, él comenzó a dictarme las reglas del sexting.
Según él; la primera regla antes de comenzar es saber si
realmente estás teniendo sexting o
solo estás malinterpretando una conversación. Y en base a mi experiencia no
había malos entendidos, todo lo contrario, hubo una pregunta directa; aquel
chico me preguntó si es que a mi me gustaba hacer sexting o no; a la cual no respondí.
La segunda regla según Gonzalo, es que el sexting es mejor con desconocidos. Lo cual me parece lógico. Aunque
hay excepciones como cuando alguien que te sigue en Instagram sin conocerte en
persona comienza a hablarte y mandarte muchas razones para darte a entender que
le gustan más que solo tus stories.
La tercera regla me pareció la más sabia y actually la única que no conocía: Llevar todo a Snapchat. Allí crear
un usuario sin tus datos, debes. Y voilà,
no queda ni rastro, a diferencia de Instagram donde un pantallazo puede ser
letal y viral.
La cuarta regla es bastante obvia; nunca, pero NUNCA dejes ver
tu rostro, tatuajes, lunares ni nada que pueda identificarte.
Y finalmente, la quinta regla: borra y anula todo. No dejes
rastro ni huella. Aquí no pasó nada.
Al día siguiente de mi conversación con Gonzalo y luego de haber
sido instruido con sus consejos para hacer sexting; llegaba la hora de
sustentar mi examen final: de la teoría a la práctica; el mismo chico de Instagram volvió a reaccionar a una de
mis stories y comenzamos la
conversación. Sin necesidad de acelerar nada poco a poco los mensajes se iban
tornando en párrafos de Cincuenta Sombras
de Grey. Indirectas, innuendos, emojis de berenjenas, fuego y diablillo
morado. Si abrían el gas fijo se prendía mi teléfono y todo a su alrededor. El
momento se acercaba sigilosamente y estuve nervioso, no sabía si hacerlo o no;
fui al baño y me miré en el espejo. Me sentí lo suficientemente seguro para
enviar una foto en bóxer. Las voces en mi interior me cuestionaban ¿será
seguro enviarle algo tan privado a un perfecto desconocido? ¿realmente voy a
disfrutarlo a pesar de que tengo miedo solo de pensar en hacerlo?
Además, hay algo que es cierto, yo prefiero todo en vivo que lo
digital. Y si algo sale mal puedo ser encabezado de algún tweet o incluso aparecer
como un bonus track en algún OnlyFans.
Es una decisión muy importante que puede influir en tu futuro. No puedo tomarlo
a la ligera.
El chico me mandó una foto y a continuación exigió una respuesta.
⁃
Te toca a ti.
Me paré frente al espejo, me levante el polo y me baje los jeans hasta las rodillas; mis boxers se veían cool y me tomé la foto de prueba. La analicé, vi que estaba bien,
digna y discreta. Luego recapacité y le dije que no; porque a pesar de que el
confió en mí para enviarme su foto hot, la
cual nunca se la pedí y no se la mostraría a nadie, yo no me sentía seguro de
hacer lo mismo o lo que es peor, hacerlo solo por cumplir en lugar de
disfrutarlo. No podría, me sentiría ansioso. Así que le dije:
⁃
Después de la cuarentena.
Por Carlos Gerzon
Instagram: @elchicodelbusblog
Facebook: @elchicodelbusblog
Comentarios
Publicar un comentario
Continua leyendo