"YO TE AVISO"
Yo te aviso….
Cuando un chico a quién invitas a salir,
te responde con un “yo te aviso”, es como salir de tu primera entrevista laboral,
“no nos llames, nosotros lo llamaremos”. O al menos así se sintió ayer.
En ese instante mi estabilidad emocional bajó la guardia, y sí; mi ansiedad volvió a interponerse entre mi vida afectiva y yo. No me mordí las uñas porque ya las llevaba cortas. Estaba creando una película en mi cabeza con guion adaptado, porque inventada siempre.
Y le pregunté a mi amigo Gonzalo si eso es una manera sutil de que te digan “no”.
-
¿Cómo lo hubieses tomado tú? –
le pregunté
Y me que dijo que no. No es una manera de que te digan que no, es una manera de responder cuando no están seguros de poder asistir y para no quedar mal te dicen “yo te aviso. En pocas palabras te van a confirmar cuando se verán, solo eso.
-
Yo hubiese escrito a otro – respondió
Gustavo fríamente.
-
¿Cuántos tienes?
-
Le hablo como a veinte a la
vez, así no lloro si es que uno no me habla.
Y me comencé a preguntar ¿Bajaría mi alta
tasa de ansiedad, si tuviera más chicos en mi ganado?
-
Obvio, nunca debes poner
todos los huevos en una sola canasta.
-
¿Cómo haces para ser tan fría?
-
Para esas cosas soy una perra
relajada.
-
Si fuese alguien quien realmente te gusta y ya hubiesen salido más de una vez, si entendería que entres en ansias.
-
Si es la primera cita, relájate.
No te dijo que no, te dijo “yo te aviso”.
-
Suenan a sinónimos para mí –
respondí.
-
Ten tus backups. Empieza con
unos cinco y vas subiendo poco a poco. Es como empezar una rutina en el
gimnasio – insistió Gustavo.
Para mi amigo el asunto es tan fácil como aventar una red al mar a las cuatro de la mañana y pescar varios de un solo golpe. Y bueno, no digo que sea una mala idea, si es que va a ayudar a que deje de ser tan ansioso. Sin embargo, no quiero esa opción. Quiero en verdad controlar la ansiedad con mis propios medios y no depender de la atención de otros.
Mi amigo Gonzalo me entendió mucho mejor que Gustavo.
-
No le puede decir “yo te
aviso” a tu ansiedad. Que no se pase pues, te puede dar hasta un infarto de
tanta taquicardia.
Todos rieron, porque a pesar de
sonar gracioso, es algo cierto. La ansiedad puede controlarte mucho más de lo
que te imaginas.
La espera me consumía como una maldita drogadicta.
-
Lo único que tienes que hacer
es olvidarte de esperar – dijo Gonzalo.
-
Depender de un mensaje
dispara tu ansiedad.
-
Vive tu vida y no dejes que
la ansiedad te viva, huevona. El broder solo te ha dicho “yo te aviso”, y ya
estas inventado una telenovela. No jodas. – eso dijo Gael. Y tiene tanta razón.
No tengo que buscarle mil
interpretaciones a una respuesta tan sencilla. Ni que el broder me hubiese
hablado en árabe. Es solo un mensaje, no un enigma ni un misterio de la cultura
egipcia. Solo debo dejar que fluya, y si no, siempre puedo aventar la red
porque algo que si es seguro es que siempre habrá tantos peces en el agua como chicos
en Instagram que te likean fotos. No soy fan de la idea, pero a grandes males,
grandes remedios. Mis amigos insistieron tanto que me convencieron que relaje.
-
Ya no te hagas películas.
- No te pongas a esperar.
- Anda ponte a vivir.
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