EL TITIRITERO
Q ué profundas las heridas que hacen los hilos en los dedos del titiritero. Siempre trabajando aún después de caer el telón y jugando al ajedrez de la vida con los individuos más dóciles como peones, alfiles o caballos. Tomando ventaja del libre albedrío de los demás para hacer de sus mentiras una verdad absoluta y de sus acciones mucho suspenso. Ese es Lucas, un chico consentido y mimado a pesar de tener diecisiete años. Solucionando sus caprichos con chispas de berrinche. Tiene la inmortal costumbre de decir mentiras pequeñas, tontas e innecesarias. Incluso de niño era problemático, s iempre rompía las cosas y sus zapatos dejaban evidencia de sus pasos enlodados, haciendo correr a la niñera por toda la casa. Tenia costumbres extrañas y comportamientos sádicos. Cuando nadie lo veía sacaba a los peces del agua de la pecera que daban vida al pasillo del primer piso, sus puños húmedos chorreaban gotas saladas a lo largo del espacio y los asfixiaba enterrándolo...