ODA A LA NOCHE

¿Quién dijo que la noche es para dormir? ¿En qué momento se le discriminó por ser oscura?  Le soy fiel a sus locuras, mi juerga en sus manos es una escultura.

Mientras todos viven el día, la noche queda sola. El mar tiene a sus olas, el sol a sus planetas, la flor a sus pétalos, pero ¿y ella?  De día nada me importa, para mi cumpleaños encontrar la mejor noche es mi deseo en la torta.

La noche no tiene dueño, a mí me enamora.  Canjeo mis horas de sueño, yo no le temo a su oscuridad ni mañana ni ahora.

Con joyas o sin ellas siempre vanidosa. No me importa si le falta alguna estrella, esas son celosas.  A veces media, a veces llena y otras menguante, te ves bellas cuando te adorna ese arete elegante.  

Vivir en la ausencia del sol es mi manía, la vida nocturna es un callejón con salidas. Se vive bailando no caminando, se vive cantando no lamentando.

Me encanta perderme en su oscuridad, ella nos hace bailar. Las fiestas no tienen sentido, aburre como esperar en una banca, en cambio de noche todos tenemos carta blanca.

 Noche querida noche adorada, no amanezcas te prefiero sin alborada. Noche te volveré a atrapar si te esconde a las seis de la mañana. Ya déjate de mañas, ¿Puedes durar un poco más?

La niebla te envuelve, te viste de gris y yo me visto de ti. Quiero vivir no durmiendo porque la noche me tiene contento.

No hay control no hay ataduras, la noche es como un convento sin curas. No hay reglas solo arrebatos. Todos te cantan incluyendo los gatos.

Si pienso lo hago con tu presencia, dormir para mí no es una ciencia. Si yo pudiera ahogar ese sol lo haría porque el amanecer te tiene en agonía.

Me gusta cuando naces cada atardecer. Y pido un deseo cada vez que suicidas estrellas fugaces. Yo contigo quiero hacer la paces, y que me dejes sin sueño.

Me encanta enamorarme de noche eres la mejor compañera, mis poemas te agradecen en sus momentos de espera. No soy una gárgola ni un vampiro, pero la noche es el aire que respiro.

Mil una noches me suena insuficiente, tu llegada en mi organismo hace el efecto de un estupefaciente.  Soy adicto confeso, respirarte es como un beso.

Será mejor que duerma pues ya está amaneciendo, saldré de mi tumba cuando estés naciendo.

 Por Carlos Gerzon

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